• NEIKER ha participado en el proyecto pionero G.O. PhytoDron que busca impulsar el uso de drones en la agricultura de precisión para preservar la sanidad vegetal en los cultivos
• Es el único proyecto a nivel europeo que ha realizado ensayos con esta herramienta en pinos, investigación realizada junto a BASKEGUR en una parcela de propiedad privada situada en Aramaio (Álava)

Gracias al proyecto GO Phytodron estamos más cerca de hacer realidad el uso de drones en la agricultura de precisión y de su uso en pinos en casos de urgencia y bajo premisas de aplicaciones de precisión, cumpliendo los más estrictos estándares de un manejo sostenible y respetuoso con el medioambiente y las personas, tanto aplicadores como transeúntes.

La aplicación de productos fitosanitarios con dron se baraja como la mejor herramienta disponible para contención de las amenazas de plagas cada vez más frecuentes de las masas forestales cultivadas en Europa. Masas forestales, como es el caso de Euskadi, con pendientes y acceso difícil a zonas concretas, que necesitan de una rápida intervención, precisa y localizada.

Según la normativa actual, las aeronaves no tripuladas -conocidas comúnmente como drones-, son consideradas tratamiento aéreo y esa categoría está expresamente prohibida salvo autorización expresa. Sin embargo, sus características para efectuar estas aplicaciones las convierten en una herramienta singular ya que los modelos de deriva de los drones (parámetro crucial para su aprobación) no se parecen ni a los tratamientos aéreos ni a los terrestres convencionales. Esta es la razón por lo que las nuevas normativas europeas, ahora en fase de borrador, la contemplan como herramienta aérea pero con singularidades muy valorables para aplicaciones de precisión.

En este contexto, NEIKER, miembro de Basque Research and Technology Alliance (BRTA), ha formado parte del proyecto G.O. PhytoDron, junto a Baskegur, Asociación de la Madera en Euskadi, con el objetivo de incorporar el uso de drones a la agricultura de precisión para mejorar la productividad y, a su vez, avanzar en su marco regulatorio, estableciendo posibles escenarios para su utilización.

Esta iniciativa, que comenzó en marzo de 2021 y acaba de finalizar, se ha centrado en probar la efectividad y seguridad de los drones en el momento de aplicar productos fitosanitarios en diferentes cultivos como pinos, frutales, arrozales y viñedos.

En concreto, el centro tecnológico ha sido responsable de realizar los ensayos en pino radiata una de las especies arbóreas más extendidas en Euskadi, en una parcela situada en Aramaio (Álava). Dentro de la investigación se ha podido observar la cantidad de producto que se ha aplicado fuera de la zona tratada y la homogeneidad del plaguicida en los pinos, así como la penetración del producto en el árbol comparándolo con otras herramientas aéreas y terrestres.

Resultados y aprendizajes

El proyecto G.O. PhytoDron ha permitido obtener resultados y aprendizajes sobre los que se va a seguir investigando en el futuro:

1. Derivas: hemos confirmado que las curvas de deriva – desplazamientos debido al aire de un producto, fuera del blanco determinado- con drones no coinciden con las curvas de las aplicaciones aéreas y terrestres. Es decir, que las derivas con los drones tienen su propio funcionamiento. Esto implica que es necesario aumentar la base de datos de las aplicaciones con drones para determinar cuándo y cómo conviene usar esta herramienta.

2. Mayor protección por el efecto pantalla: los árboles de hoja, como es el caso del pino, ejercen un efecto pantalla y, a la altura de vuelo con la que se aplica con drones, minimizan la cantidad de productos fitosanitarios fuera de la zona tratada con drones.

3. Mayor precisión y menor cantidad de producto: la deriva aérea o deriva en altura a los 5 metros de la zona de aplicación es nula y nunca se encuentra producto por encima de la altura de aplicación. Además, los drones permiten direccionar la aplicación usando cantidades mucho menores que una aplicación terrestre e incluso que una aérea. Es por ello que se abre una magnífica oportunidad para tratamientos forestales precisos y localizados.

4. Aplicaciones más seguras: en las aplicaciones con dron la contaminación del suelo entre pinos es mucho menor comparada con aplicaciones con equipos terrestres autorizados. El dron es más preciso para reducir la contaminación del suelo.

5. Formación específica: es necesario conocer perfectamente la forma de deposición que ofrece cada tipo de dron para asegurar la calidad de la aplicación. En ello juega un papel fundamental la formación de los y las pilotos de drones, así como la caracterización previa de cada modelo.

6. Combinar el tipo de aplicación con la acción del producto fitosanitario: el uso del dron se presta a ser una de las formas más eficaces y eficientes para aplicaciones precisas, localizadas y medioambientalmente respetuosas cuando combine adecuadamente la calidad de la aplicación del producto con el modo de acción del producto fitosanitarios.

El siguiente paso que ha abierto el proyecto G.O. PhytoDron es la creación de grupos de trabajo a nivel europeo para hacer frente al reto planteado en el nuevo reglamento europeo, donde se contempla a los drones como herramientas de aplicación alternativas y diferentes a las tradicionales aplicaciones aéreas y más eficientes y posibilistas que las terrestres.

Requisitos para su correcta aplicación

A la hora de optar por el uso de drones para aplicar productos fitosanitarios en los cultivos, se deben tener en cuenta diversas cuestiones para su correcto uso.

Amaia Ortiz, jefa del departamento de Producción y Protección Vegetal de NEIKER, apunta que esta herramienta “no debe ser la elegida a la hora de realizar procedimientos masivos” y su uso se debe limitar “a momentos muy precisos y a zonas muy localizadas”. Los terrenos en los que se va a utilizar el dron son aquellos de difícil acceso con carro de tratamiento tradicional o aquellos lugares donde las condiciones de la aplicación no se prestan a hacer un tratamiento masivo en helicóptero.

A su vez, Ortiz apunta que “la herramienta tiene que ser muy precisa, porque existen muchos tipos de drones y cada cultivo es diferente con sus necesidades específicas. Debemos caracterizar el vehículo acorde al terreno y a la producción para poder ver cuánta cantidad de producto hace falta, dónde hay que aplicarlo y cómo repartirlo”.

“Con todos estos ensayos -apunta Ortiz-, se ha concluido que a día de hoy estamos mucho más cerca de convertir el uso de drones en tratamientos con fitosanitarios en una realidad al alcance de las personas que se dedican a la agricultura”.

Gracias a este tipo de investigaciones, los avances tecnológicos se van incorporando poco a poco en el sector primario y aportan grandes ventajas en materia de sostenibilidad, ya que permiten optimizar los recursos; productividad, dado que estas mejoras pueden lograr incrementar la producción y en la seguridad y salud humana y medioambiental.

Proyecto pionero

Con G.O. PhytoDron, que cuenta con el apoyo financiero de la Unión Europea a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), España se ha convertido en pionera en la UE en llevar a cabo un estudio integral del potencial de esta herramienta singular en agricultura de precisión. Asimismo, este es el único proyecto a nivel europeo que ha realizado ensayos de drones en pinos.

La iniciativa también ha investigado el comportamiento de la herramienta en cultivos arbóreos (olivos, cítricos y viñas) y herbáceos (arroz) para recopilar información y tener una base de datos variada que ayude a acercar el uso de drones para tratamientos con fitosanitarios.

NEIKER participa en G.O. PhytoDron de la mano de BASKEGUR, junto a AEPLA (coordinadora del proyecto), Corteva Agriscience (representante), la Universidad de Sevilla, IRTA, Colegio de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias, Universidad Politécnica de Madrid, INIA, DCOOP, Plataforma Tecnológica del vino, Syngenta, BASF y el Instituto Nacional de Seguridad y Sanidad en el trabajo (INSST).

Más información: gophytodron.es