• El objetivo principal del proyecto es dotar a las escuelas participantes de infraestructuras sostenibles que garanticen su autosuficiencia
• Este año se han analizado los terrenos de la escuela Tom and Margaret para ubicar el huerto escolar que alimentará al alumnado

 

NEIKER colabora desde 2011 con SALUGANDA Elkartea para mejorar las condiciones de vida en las áreas rurales de Uganda. En concreto, este trabajo se centra en  los distritos rurales de Buikwe y Mukono, situados al sur del país africano, donde la asociación aborda el desafío de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El objetivo principal de este proyecto es dotar a las escuelas de las infraestructuras necesarias para generar un ciclo productivo sostenible y mejorar su autosuficiencia a largo plazo, a la vez que el alumnado aprende técnicas agrícolas y ganaderas sostenibles. Para alcanzar este propósito, se busca proporcionar recursos esenciales como letrinas secas ecológicas, tanques de recogida de agua de lluvia, instalaciones ganaderas y huertos escolares, entre otros.

La iniciativa ha evolucionado con el paso de los años, tal y como señala Iker Mijangos, antiguo investigador de NEIKER y responsable de SALUGANDA Elkartea. “Cuando comenzamos la colaboración lo hicimos en una escuela-orfanato con 320 alumnos. Hoy en día, son más de 3.000 niñas y niños quienes reciben a diario alimento y educación de calidad en las 9 escuelas primarias participantes en este proyecto”.

En cuanto a los avances técnicos, en octubre de 2023, Roberto Pérez-Parmo, técnico del Departamento de Producción y Protección Vegetal de NEIKER y socio de SALUGANDA, visitó el proyecto para realizar un análisis de los huertos escolares. “Recogimos muestras de suelo en diferentes huertos contiguos a una de las escuelas donde las cosechas de maíz estaban en declive, siendo esta la base de la dieta del alumnado”, explica el investigador.

Los resultados obtenidos en laboratorio han permitido determinar la zona idónea para el cultivo de maíz durante este año. Además, se recomendaron técnicas  de abonado para recuperar la fertilidad en las zonas más degradadas a partir de recursos propios como el compost procedente de las letrinas secas y de los criaderos de animales. En esta línea, se ha propuesto aprovechar la ceniza de las cocina escolares de leña como enmienda caliza para corregir la acidez del suelo, ya que el pH del huerto es ácido.

Clases de costura

Entre las novedades de este año destaca la creación de pequeños talleres de costura en las escuelas que participan en el proyecto.

Esta iniciativa surge para responder a la necesidad de ofrecer opciones de desarrollo personal al alumnado que no puede continuar con sus estudios por razones económicas. “La mayor parte del alumnado no puede continuar con sus estudios por motivos económicos. Esto hace que aspiren únicamente a trabajos peligrosos y/o mal remunerados, como la agricultura de subsistencia, el transporte de materiales en motos inadecuadas o, incluso, los matrimonios forzados. Aprender a coser de manera profesional les brinda una herramienta para generar ingresos, permitiéndoles continuar con sus estudios o mejorar su calidad de vida”, asegura Mijangos.

A corto plazo, los talleres también ayudan a generar fondos para las escuelas.  “vendemos los productos cosidos en mercadillos solidarios, como el que celebramos en NEIKER-Derio el pasado 5 de noviembre y les hace muchísima ilusión”, comenta el responsable de SALUGANDA Elkartea.

Vacas lecheras

Este año, a petición de dos escuelas, también se ha puesto en marcha, la compra de vacas para proporcionar leche en los desayunos y, al mismo tiempo, fertilizar los huertos escolares a través del estiércol. Parte del forraje para estas vacas se obtiene del propio huerto, una vez cosechado el maíz y los boniatos, lo que permite cerrar el ciclo productivo de manera sostenible.

Además, se ha realizado una visita al centro de I+D Agrario Katende Harembé, en la capital, para valorar la posibilidad de usar parte del estiércol para producir pequeñas cantidades de biogás con el que alimentar la cocina escolar. “Aquí se aprovecha todo, hasta la suela de los zapatos rotos como bisagras para puertas”, explica Mijangos.

Relación entre NEIKER y SALUGANDA Elkartea

La iniciativa “salud en Uganda – SALUGANDA” surgió en 2011 en NEIKER, cuando varias personas investigadoras comenzaron a aplicar sus conocimientos para mejorar las condiciones higiénicas, alimenticias y de educación agroambiental en dos escuelas del distrito ugandés de Buikwe.

En 2020 se constituyó la Asociación SALUGANDA Elkartea como entidad propia para gestionar las necesidades de un proyecto que, como se ha explicado, continuaba sumando escuelas interesadas en participar. Desde entonces, NEIKER y SALUGANDA mantienen un convenio que se renueva cada año y sirve no sólo para apoyar económicamente iniciativas como la mejora de infraestructuras educativas o la creación de huertos escolares, sino que también ofrece asesoramiento técnico gracias al conocimiento del personal investigador del centro tecnológico y sus laboratorios.

Además, la sede de NEIKER en Derio acoge cada año la Jornada de venta de Calabazas y Bolsas Solidarias, donde parte de la plantilla es socia a título personal de la asociación, con cuotas voluntarias. Todo esto permite generar un presupuesto anual que se emplea íntegramente en las actividades acordadas con las escuelas, ya que el equipo de trabajo de Saluganda lo conforman únicamente personas voluntarias que aportan su trabajo de manera altruista.

Más información: www.saluganda.org