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GreenFeed, nueva infraestructura de NEIKER para contribuir a la descarbonización de la ganadería

24 noviembre 2023

 

  • Este dispositivo se suma a otros equipos complementarios como la incubación en botellas, un simulador del rumen (Rusitec) y cámaras de respiración recientemente instaladas que permiten a NEIKER  investigar la mejora de la eficiencia alimentaria y productiva
  • La Unión Europea ha establecido la mejora de la eficiencia alimentaria como una de las líneas principales para mitigar la emisión de metano

Las emisiones de metano en Euskadi representaron el 6% del total de gases de efecto invernadero durante el año 2021, según revela IHOBE, la Sociedad Pública de Gestión Ambiental. Este gas, en gran medida generado durante la fermentación digestiva de los rumiantes, aunque no exclusivamente, permanece en la atmósfera mucho menos tiempo que el dióxido de carbono (CO2), entre 10 y 12 años.

Sin embargo, pese a permanecer menos tiempo en la atmósfera que el CO2, su impacto en lo referente al calentamiento atmosférico es 28 veces superior al del CO2. Por tanto, el diseño de estrategias que contribuyan a la descarbonización de la ganadería se ha convertido en una prioridad dentro de la agenda internacional para mitigar los efectos del cambio climático.

En esta línea, la Unión Europea (UE) ha establecido la mejora de la eficiencia alimentaria como una de las líneas principales para mitigar la emisión de metano. Simultáneamente, el sector agroganadero está estudiando cómo mejorar genéticamente a los animales y sus dietas para conseguir reducir estas emisiones.

Por todo ello, NEIKER trabaja en el desarrollo de soluciones tecnológicas para contribuir a la descarbonización de la ganadería haciendo hincapié en tres palancas de actuación. En primer lugar, contribuye a mejorar la eficiencia de la alimentación de rumiantes a través de la innovación en la formulación de sus dietas, así como mediante el uso de aditivos que consigan reducir significativamente el metano procedente de las fermentaciones del rumen, la primera de las cuatro cavidades que forman el estómago de los rumiantes.

También colabora con el sector para seleccionar a los animales (bovinos u ovinos) que genéticamente son más eficientes y que por tanto emiten menos. Por último, evalúa la introducción de cambios en el manejo, no solo para mejorar el bienestar animal o su productividad, sino también para aumentar el carbono secuestrado en el suelo; por ejemplo, mediante mejoras en la gestión del pastoreo como propone la agricultura regenerativa.

Para poder desarrollar estas líneas de actuación, ha sido preciso adquirir diferentes equipamientos e instalaciones que permitan realizar mediciones precisas y comprobar si la alimentación, la selección genética y el manejo están dando sus frutos.

Monitorización de las dietas

Para  trabajar en estos temas, NEIKER acaba de adquirir un equipo GreenFeed,  un aparato que mide el metano de origen entérico emitido por las vacas, estén en régimen de estabulación o en pastoreo.

“Se trata de un dispositivo móvil diseñado para calcular de forma individual la producción diaria de metano y CO2. Se puede transportar a las granjas de vacuno con las que colaboramos en diversos proyectos y es el único equipo de estas características disponible en la cornisa cantábrica específico para ganado vacuno”, explica Roberto Ruiz, responsable del departamento de Producción Animal de NEIKER.

Con la adquisición de este dispositivo, que se suma a otros equipos complementarios como la incubación en botellas, un simulador del rumen (Rusitec) y cámaras de respiración recientemente instaladas, el área de nutrición animal de NEIKER cuenta con un conjunto completo de herramientas para investigar de forma exhaustiva la mejora de la eficiencia alimentaria y productiva, así como para impulsar la sostenibilidad de la ganadería de rumiantes.

Tras diversas pruebas, los resultados obtenidos por el centro tecnológico en diferentes proyectos hasta la fecha corroboran que algunas de estas innovaciones en la alimentación reducen a corto plazo en un 20-30% las emisiones de metano.

Por otro lado, si bien mediante la selección genética de los rumiantes haría falta 10 años para lograr un nivel de reducción semejante, sería una mejora con un impacto más permanente que el de la alimentación (que tiene un efecto temporal y reversible, es decir, que si se cambia a la alimentación inicial, vuelven a aumentar las emisiones). Es por ello que también se está trabajando en selección genética para identificar a los animales más eficientes, y que puedan trasmitir esa mejora a su descendencia.