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Viticultura de precisión: una herramienta para optimizar la gestión del viñedo
23 junio 2025- En NEIKER, obtenemos información detallada del viñedo utilizando nuevas tecnologías y esto permite a las bodegas una mejor toma de decisiones gracias a un mayor conocimiento del viñedo
La viticultura moderna se enfrenta a desafíos constantes para asegurar la calidad y estabilidad de las cosechas. Para superar estos retos, el sector vitivinícola está en constante evolución, integrando nuevas tecnologías para hacer un mejor seguimiento del desarrollo del cultivo e intentar mejorar la calidad de la uva. La viticultura de precisión emerge como una herramienta esencial para lograr una gestión más eficiente y adaptada a las necesidades actuales de los viñedos.
En esta línea, en NEIKER trabajamos, entre otras temáticas, en la vitivinicultura de precisión, una línea de trabajo que permite conocer mejor el viñedo para poder tomar mejor las decisiones de manejo del cultivo. Este enfoque se basa en recoger y analizar datos sobre el cultivo y su entorno, utilizando tecnologías que aportan datos a través de sensores que pueden estar instalados en el suelo, en la planta, drones, avionetas o satélites. “Gracias a esta información, es posible observar en detalle cómo se comporta la vid en distintas zonas del viñedo y tomar decisiones más ajustadas sobre prácticas como el riego, la fertilización o los tratamientos fitosanitarios”, afirma Ana Aizpurua Insausti, investigadora del centro tecnológico.
Además, analizamos cómo características del suelo como su profundidad, textura, contenido de materia orgánica, etc. inciden en la respuesta vegetativa o crecimiento del viñedo que se puede estimar mediante los sensores mencionados anteriormente. Por otra parte, en diversos proyectos, hemos estudiado la relación entre la información obtenida mediante los sensores y medidas reales de campo sobre crecimiento vegetativo, producción y seguimiento de la calidad de la uva. Toda esta información se complementa con el conocimiento del personal del sector y recursos cartográficos, como mapas topográficos o litológicos, para ofrecer un diagnóstico completo del viñedo. Finalmente se trata de conocer mejor el viñedo y de este modo tomar las decisiones relacionadas con las actuaciones agronómicas, la planificación de la vendimia, etc. de un modo más racional. Además, en NEIKER disponemos de laboratorios para el análisis de suelo y hoja, que son fundamentales para un buen diagnóstico nutricional que es la base de una buena fertilización.
Herramientas tecnológicas al servicio del viñedo
Para realizar este tipo de estudios se pueden utilizar diversas herramientas tecnológicas que nos permiten recopilar información sobre el viñedo desde distintos ángulos. Hemos trabajado con sensores instalados en tractores, como el sistema Cropcircle, y dispositivos portátiles como Rapidscan o SPAD, además de drones e imágenes satelitales que nos ayudan a generar mapas de vegetación. Estos mapas muestran cómo varía el desarrollo de la vid dentro del viñedo y permiten localizar zonas con menor actividad vegetativa, posibles signos de estrés hídrico o deficiencias nutricionales, ayudando a orientar las decisiones de manejo.
Esta caracterización detallada abre nuevas posibilidades en bodega. Por ejemplo, permite elaborar vinos a partir de parcelas o zonas con características específicas, o destinar cada partida de uva a un uso determinado según su perfil.
Como explica el tecnólogo Roberto Pérez Parmo, “en los proyectos que hemos llevado a cabo junto con bodegas como Itsasmendi, Artuke, Eguren Ugarte o la cooperativa Solagüen, este conocimiento ha facilitado la identificación de zonas de mayor calidad dentro del viñedo, contribuyendo a la mejora de los procesos de clasificación y elaboración”.
BERRITZEN para la transferencia de conocimientos
Con el objetivo de que este conocimiento llegue al conjunto del sector, en 2025 estamos poniendo en marcha un proyecto específico en el marco del Plan BERRITZEN, dentro del eje denominado “BERRITZEN PRAKTIKAK”. A través de esta iniciativa, visitaremos bodegas de Rioja Alavesa junto con entidades como ABRA, UAGA y SUBSIERRA, con el fin de dar a conocer las prácticas investigadas por NEIKER en los últimos años y facilitar su aplicación en condiciones reales.
Esta labor de transferencia incluye la posibilidad de realizar ensayos directamente en los viñedos, lo que permite a cada bodega comprobar cómo se comportan las técnicas en sus propias parcelas y decidir si aplicarlas a mayor escala. “Gracias a esta colaboración con el sector, reforzamos el vínculo entre investigación y práctica, contribuyendo a que el conocimiento generado en los proyectos científicos se traduzca en herramientas útiles para una viticultura más eficiente, mejor adaptada a los retos que plantea el cambio climático”, concluye Roberto Pérez Parmo.