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Modelos predictivos y bioestimulantes para reducir el uso de fitosanitarios en viñedos

24 febrero 2025

 

 

  • En NEIKER integramos el concepto de agritech en todas las fases de la producción para mejorar la gestión de plagas y enfermedades en los cultivos
  • La optimización en la dosificación y el uso de bioestimulantes nos han permitido reducir hasta un 50% los fitosanitarios en viñedos

 

El Departamento de Producción y Protección Vegetal de NEIKER lleva más de 20 años trabajando en el ámbito de la vitivinicultura buscando soluciones a los principales retos a los que se enfrenta el sector.

Uno de ellos es la optimización de los tratamientos fitosanitarios en viñedos, con el objetivo de reducir su uso sin comprometer la protección de los cultivos. Mediante la investigación y el desarrollo de herramientas tecnológicas, buscamos ajustar la aplicación de estos productos a las necesidades reales de cada plantación, evitando aplicaciones innecesarias y minimizando su impacto en el medio ambiente y en el entorno en general.

Uno de los principales retos es evitar la aplicación indiscriminada de fitosanitarios, empleada para controlar las enfermedades agrícolas sin evaluar las condiciones reales para la aparición de patógenos, generando un uso innecesario de productos químicos. Ana Díez, investigadora del Departamento de Producción y Protección Vegetal de NEIKER, explica que “a menudo, los tratamientos fitosanitarios se aplican siguiendo calendarios fijos, sin tener en cuenta el momento fenológico del cultivo, la dosis adecuada o las condiciones climáticas”.

En este contexto, el agritech desempeña un papel esencial al integrar la innovación en todas las fases de la producción para optimizar el uso de fitosanitarios. En concreto, desde NEIKER empleamos tecnologías avanzadas como sensores meteorológicos, plataformas de datos y modelos predictivos basados en inteligencia artificial y análisis de big data, que nos permiten analizar en tiempo real las condiciones ambientales y de cada cultivo para determinar con precisión cuándo y dónde es necesario aplicar tratamientos.

Gracias a estos avances, podemos detectar el riesgo de enfermedades antes de que se manifiesten, lo que permite aplicar los tratamientos de manera más precisa y dirigida solo en las zonas que realmente lo necesitan. De este modo, reducimos la carga de fitosanitarios en el medio ambiente y evitamos aplicaciones innecesarias”, señala la investigadora.

Reducción del 50% y otras alternativas sostenibles

Además de mejorar la precisión en la detección de riesgos, también trabajamos en la optimización de la dosificación de fitosanitarios. Ajustando la cantidad aplicada en función del estado del cultivo y las condiciones climáticas, hemos logrado reducir hasta un 50% el uso de estos productos en los ensayos realizados en viñedos.

Otra de las estrategias que ha desarrollado NEIKER es la búsqueda de alternativas más sostenibles a los fitosanitarios convencionales. En este sentido, hemos explorado el uso de bioestimulantes y elicitores, sustancias que refuerzan las defensas naturales de las plantas y las hacen más resistentes a las enfermedades. “Combinados con tratamientos tradicionales, estos productos han demostrado resultados positivos, permitiendo reducir la cantidad de fitosanitarios químicos necesarios para el control de plagas y enfermedades”, asegura la investigadora.

Asimismo, estamos investigando estrategias ecológicas para eliminar por completo el uso de fitosanitarios de origen químico. Sin embargo, su implementación sigue siendo un desafío en algunos cultivos, ya que su eficacia varía según el tipo de enfermedad y las condiciones ambientales y del terreno.

Para garantizar su viabilidad y evaluar su impacto en entornos reales, hemos trabajado en colaboración con bodegas de la región, donde estas prácticas han sido aplicadas con el compromiso del sector agrícola. Entre las bodegas participantes en esta iniciativa se encuentran Agrícola Labastida, Bodegas Ostatu, Bodegas y Viñedos Artuke, Eguren Vines, Bodegas Gil Berzal, Beldio Txakolina, Bodegas Casa Primicia, Bodegas Loli Casado y Bodega Gorka Izagirre, impulsando un enfoque colaborativo que favorece la transición hacia un modelo de producción más sostenible.

Otros cultivos

Además de su aplicación en viñedos, hemos extendido nuestras estrategias a otros cultivos leñosos y herbáceos, como la patata, la remolacha y el manzano. En estos casos, estamos trabajando en la detección temprana y el ajuste preciso en la aplicación de fitosanitarios para reducir el uso de productos químicos sin comprometer la productividad.

En esta línea, estamos en el momento de validar junto con Euskalmet y la Unión Agroganadera de Álava (UAGA) modelos predictivos específicos para enfermedades como el mildiu en patata, la cercospora en remolacha y la carpocapsa en manzano. Estas herramientas permiten ajustar las estrategias de control a las condiciones particulares de cada parcela, evitando tratamientos innecesarios y garantizando una gestión más eficiente de los fitosanitarios.

Estas iniciativas están alineadas con las normativas europeas sobre el uso sostenible de fitosanitarios, como la Directiva 2009/128/CE y el plan «De la Granja a la Mesa», que buscan reducir los riesgos para la salud humana y el medio ambiente derivados del uso de plaguicidas. Estas regulaciones promueven la gestión integrada de plagas, priorizando técnicas alternativas como los métodos no químicos, lo que contribuye a una agricultura más sostenible y eficiente a largo plazo.