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Adaptación y mitigación, retos del sector agroganadero y forestal para responder a la emergencia climática
14 noviembre 2021Adaptación y mitigación, retos del sector agroganadero y forestal para responder a la emergencia climática
La emergencia climática es un desafío a nivel global para el que resulta indispensable la participación de los principales organismos mundiales, europeos y locales, así como la del resto de la sociedad. Tal es su relevancia que, con el objetivo de implicar a todo tipo de actores -gobiernos, empresas, sociedad civil y personas individuales-, en 2015 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fijó la Agenda de Desarrollo Sostenible marcando 17 objetivos que buscan transformar nuestro mundo e impulsar las energías verdes y la sostenibilidad para el año 2030.
Desde NEIKER, nos centramos en la investigación del sector primario y la conservación del medio natural y participamos activamente en el cumplimiento de estos objetivos a través de dos líneas de trabajo principales: la adaptación y la mitigación. Por un lado, la adaptación al cambio climático y el estudio de sus repercusiones sobre la actividad agraria y el medio natural. Y, por otro lado, la mitigación de dicho cambio haciendo que las actividades del sector primario sean más sostenibles y emitan menos gases de efecto invernadero. Estas líneas de trabajo del centro tecnológico forman parte de la hoja de ruta del Basque Green Deal, modelo para un desarrollo económico justo y sostenible impulsado por el Gobierno Vasco, en sintonía con la estrategia comunitaria Green Deal o Pacto Verde Europeo.
Para desarrollar esta actividad, consideramos la actividad agraria en su totalidad, tanto la cadena de alimentación como la cadena forestal. Este conocimiento nos permite implementar las metodologías e indicadores necesarios para medir de forma objetiva estas afecciones.
Así, en términos de adaptación al cambio climático, trabajamos en conocer y predecir la adecuación de los actuales cultivos, especies forestales y producciones ganaderas a escenarios futuros. ¿Cómo se comportarán las especies y razas actuales en el futuro? ¿Podrán mantener los niveles de producción que aseguran su continuidad y sostenibilidad? ¿Existe la posibilidad de identificar a individuos que soporten mejor que el resto los cambios derivados del cambio climático y realizar así la selección genética a partir de los mismos? O, ¿es mejor buscar especies alternativas? ¿Están nuestros sistemas de producción adaptados a estos nuevos escenarios?
Además de dar respuesta a estas preguntas, desde NEIKER también estudiamos enfermedades emergentes que aflorarán bajo las nuevas condiciones climáticas y que favorecerán la presencia y desarrollo de microorganismos que atacan a cultivos, bosques y animales. En este ámbito, se establecen sistemas de alerta temprana para su detección temprana y poder actuar rápidamente sin permitir que las enfermedades se extiendan.
En cuanto a las acciones ligadas a la mitigación, y tratando de que los sistemas productivos emitan cada vez menos gases de efecto invernadero, estudiamos de qué manera puede contribuir a ello el cambio en la alimentación en especies ganaderas, la identificación y selección de animales que emitan menos gases y que puedan ser seleccionados, o el uso racional de insumos (fitosanitarios, fertilizantes) en los cultivos, así como la selección de variedades que mantienen altos niveles de productividad emitiendo menos gases. En esta línea, exploramos también prácticas agrícolas y forestales que incrementan la captura y almacenamiento de carbono en los suelos para evitar que llegue a la atmósfera. Asimismo, de cara a avanzar en este campo, es esencial desarrollar nuevas metodologías e indicadores que faciliten los trabajos de investigación. A este respecto, NEIKER dispone de equipos que miden emisiones de gases de origen animal, tanto a nivel individual como a nivel de explotación, y ha desarrollado indicadores para medir la huella de carbono y la huella hídrica de las actividades agrarias a través del uso de los últimos avances tecnológicos y de la inteligencia artificial.
Por último, es necesario contemplar la actividad agraria desde un punto de vista holístico. No emite la misma cantidad de gases un producto para cuya producción se hayan tenido que utilizar insumos transportados desde lugares lejanos que el mismo producto producido con insumos de lugares cercanos. La sociedad también debe ser consciente de ello y apostar por el consumo de productos locales para contribuir a la consecución de un planeta más sostenible.