En los últimos 15 años se han observado niveles crecientes de daños en los bosques causados por el viento en áreas de Europa en las que estos daños no eran habituales anteriormente (por ejemplo, en el País Vasco, Polonia y Letonia).
Del mismo modo, la estacionalidad de estos eventos catastróficos parece estar cambiando, siendo las fuertes tormentas de verano cada vez más comunes. Estos problemas indican que es probable que los modelos estadísticos del daño del viento no sean muy adecuados en un clima cambiante. Sin embargo, el uso de modelos basados en procesos permite la portabilidad en el espacio y el tiempo, para diferentes ubicaciones y en condiciones climáticas inciertas. La experiencia europea en daños por viento sigue la distribución geográfica histórica del daño del viento: la productividad forestal en los países del norte se ha visto afectada durante décadas y se han desarrollado modelos basados en procesos como ForestGALES en estos países para ayudar a la mejora de las prácticas de manejo forestal. Una forma ideal de transferir este conocimiento a los países que se encuentran cada vez más expuestos a los riesgos de daño por viento es la que los recientes desarrollos de software libre y de código abierto (FOSS) proporcionan. Por ello, muchos investigadores forestales han traducido sus modelos a lenguajes FOSS como R. Ahora existe la posibilidad de acoplar tanto modelos de riesgo como de crecimiento forestal basados en procesos de FOSS a de una plataforma FOSS GIS (sistemas de información geográfica) proporcionada por el rápido desarrollo de QuantumGIS en los últimos años, y por lo tanto, es cada vez más posible la eliminación de las barreras operativas y económicas entre organizaciones. La importancia comercial y la amplia distribución europea de las especies del género Pinus hacen que este sea un candidato ideal para probar y aplicar una plataforma FOSS espacialmente explícita para la modelización del daño del viento forestal en un clima cambiante.